Cuando nuestro cuerpo se calienta a causa del ambiente, este se enfría automáticamente mediante la sudoración; sin embargo cuando existe un clima demasiado caluroso, la sudoración no es suficiente para que el cuerpo logre enfriarse por completo y puede tener consecuencias negativas para nuestro organismo y puede provocar una respiración rápida y aceleración del pulso, así como debilidad y erupciones cutáneas en las partes de piel irritadas a causa del exceso de sudor.
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